ELPERRO Y EL ASNO. Había una vez un hombre que tenía un perrito muy alegre y juguetón. Cada vez que su dueño volvía a casa el perrito corría hacia él, se ponía de pie sobre las patas traseras y lo recibía con grandes muestras de alegría. El hombre se sentía muy feliz al ver que su perro lo recibía tan alegremente y por eso lo

Eneste caso, el mal de ojo es interpretado como un fluído contagioso que se desprende de la persona envidiosa, como se expresó una informante de Villa Pulcini: “sin la envidia, el mal de ojo no existiría: es un producto de la envidia”. La capacidad de contagiar el mal de ojo es puesta en relación con el poder de la mirada.

Así Van de Ven et al. (2009) reportaron que la experiencia de envidia benigna motivaba a la persona envidiosa a realizar mejoras sobre sí mismo (en el atributo deseado) para alcanzar la posición superior en la que se encontraba el envidiado, mientras que en la experiencia de envidia maligna la motivación del envidioso estaba dirigida a “tirar hacia

Ganadordel premio Nobel de literatura en 1907, el autor de "El libro de la Selva" participó de las ideas colonialistas, racistas y misóginas de su época que han

Hanasakajiisan– El Vecino Envidioso. Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar del Japón vivía una pareja de ancianos tan amables como humildes. Un día, el anciano, vio a su vecino maltratar a un perrito, y le rogó que lo dejase marchar, pues era muy pequeño. El vecino le contestó: “¡Este perro estropeó mi campo escarbando en el!
Asílo ha entendido el sociólogo más popular de Italia, Francesco, Alberoni, que ha escrito un libro titulado Los envidiosos, editado por la editorial Garzanti, y que ha reavivado la polémica . 68 411 41 117 344 461 112 362

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